miércoles, 29 de abril de 2015

El genocidio permanente

Silverio Méndez. Adriana Sarmiento Enríquez. Amirul Miah. Fabián Da Silva. Dionisia Barros. Jie Liang.  Michael Brown. Hadi Sibidé. Rami Aldura. Marita Verón. Daniel Solano. Ellas. Ellos. Cientos. Miles. Millones. Ahora mismo. Ayer. Y mañana.




¿No sentís cómo se te aplasta el cuerpo? ¿No se te enfría la espalda con el hilo de sangre que baja desde tu nuca? ¿No se te hinchan los ojos de impotencia al saberte encerrado, esclavizado? ¿No se te cansaron las piernas de tanto correr escapando de tu  tierra?

Y no. Nada de eso te pasa, muñeco. Porque para vos, cómo decirte, no es que todo eso no pasa, sino que estás convencido de que no es posible que no pase, de que es inevitable. Y naturalizás hasta tus propias náuseas. Esas también son inevitables, te decís, y no se puede hacer nada.

Pero mirá, leé con un poco de atención esto que fui encontrando en todo este tiempo, a ver qué te parece.

domingo, 29 de marzo de 2015

¿Y vos por qué te prendés, muñeco?

"Una de las que quemó el muñeco es María Laura Bretal, a ella mi hijo le daba de comer cuando estaban detenidos en el campo de concentración (…) Y ahora ella viene y hace esto. Y bueno, se sacaron la careta.
Así es la izquierda, siempre funcional a la derecha".
(Hebe Pastor de Bonafini)

“Es falsa la acusación, no fui parte de la organización de la marcha ni mucho menos partícipe
del acto a que se refieren (…) La quema del genocida Milani y el agravio a Hebe y las Madres,
me consta que no era parte de las acciones acordadas por la Multisectorial.”
(María Laura Bretal, exdetenida desaparecida de La Cacha)

Saltaste, muñeco. Con qué bravura saltaste. Con qué irreconocible ira saltaste, muñeco. Como si te hubieran tocado una fibra íntima, como si realmente se te hubiera abofeteado la moral.

Pero, ¿sabés? Yo no te creo un carajo. No, al menos, en ésta.



No sé si te importa, pero igual te voy a contar algo importante. Hace veinte años fuimos varios los que, viendo a esa mujer robusta, enojadamente robusta, encabezando una legión de madres con pañuelos blancos en la cabeza desafiando a la cana, a los funcionarios, a los jueces y hasta a las cámaras de televisión, chantándoles la verdad en la cara y denunciándolos, a todos, por corruptos sin principios y vasallos del genocidio; empezábamos a estar con ella.
Ahí, frente a esos sicarios que indultaban, que posados sobre obediencias debidas decretaban puntos finales sin presunto retorno. Cantándoles las cuarenta. Porque lo único que teníamos era eso, las gargantas para cantar las cuarenta.

martes, 12 de agosto de 2014

La Panamericana: ¿Territorio buitre o nacional?

Discriminaciones y represiones en la ruta nacional. Corporaciones que indignan. Corporaciones que no indignan. Territorio buitre donde rige cualquier cosa, menos la ley nacional...
(Este post lo escribe Nadia Soledad, amiga y compañera de Contraprensa -Facultad de Periodismo UNLP-)



Faltar a la ley no trae las mismas consecuencias para todos y todas

Hace unos meses tuvo gran repercusión un hecho que nos indignó a todos...

lunes, 21 de julio de 2014

Una imagen y mil palabras



Impresionante.

Un hospital, el Alende de Lomas de Zamora, escenario de una valiosa secuencia.

Sus trabajadoras y trabajadores (enfermeros, médicos y de otras áreas) exigen que se reconozca oficialmente a la Junta Interna de ATE que ellos eligieron democráticamente.
A su vez se suman a la campaña obrera y popular de apoyo a los trabajadores de Lear que luchan contra los despidos y suspensiones consumados por la multinacional yanqui en "sociedad" con el SMATA y el gobierno.
Y en medio de la serie de fotos para difundir esta campaña, un paciente del hospital no sólo acepta salir en la foto sino que levanta su puño sumándose al reclamo.

Solidaridad de clase, decimos. Y conciencia de clase, además, pese a los mil y un tropiezos de la vida (o ataques del capitalismo).


(La foto fue tomada por el compañero Andrés Margot)

lunes, 14 de julio de 2014

Mascherano, Menosmessi, Menosagüero, Menoshiguaín...

Con Mascherano, pero con Menosmessi, Menosagüero, Menoshiguaín, Menospalacio...




Y bue... Con "humildad, trabajo y seriedad" también se puede regalar un campeonato...

La supuesta "mística" de la que tanto nos hablaron -y que para mí no existe- no alcanzó siquiera para hacerle un gol a esos alemanes que parecían haberse gastado todas las ganas de jugar en el partido contra Brasil.
Entre tantos nombres que suenan a cerveza, nos vacunó uno que se llama Mario.
Y un tano caradura no nos dio un penal que fue algo así como un atentado a la mandíbula del Pipita.



La dinámica de lo impensado, como dijo Panceri, sí. Pero tal vez pensando un poco mejor, algo más se hubiera hecho.

La mejor delantera del mundo hizo apenas dos goles más que Argelia y cuatro menos que Colombia, por ejemplo. Y eso no es adjudicable, discúlpenme, sólo a la dinámica de lo impensado.

¿Leña del árbol caído?... No, para nada. Dije que íbamos a ser campeones y casi acierto por muy poco. Lo que faltó fue, justamente, esa dinámica pensada y ensayada de querer ganar y golear.

Y sí, me defraudaron.

Felicitaciones a los muchachos.

Pero no es hora de negar la realidad...

lunes, 7 de julio de 2014

Cuerpo social, cuerpos sexuales

Si la crisis no es sólo política y económica,  sino una crisis de los modos de subjetivación, el estallido del orden ha de implotar la propia sujeción del sujeto que lo soporta y garante.
(Néstor Perlongher)




Por Rosa D'Alesio*

Represión, familia heterosexual

“No soy como vos. Esa empatía que clamás tener es una mentira, porque sos nada más que la policía moral de la sociedad, con el deber de borrar mi obscenidad de la superficie de la tierra para que la burguesía no se sienta enferma. Soy una ninfómana, amo mi concha y mi sucia, obscena, lujuria”.(1)

Si nos propusiéramos  hablar de la historia de la sexualidad deberíamos comenzar repasando la represión y la opresión a las que ésta fue sometida durante siglos. Así quedaría demostrado que no sólo bajo el capitalismo la sexualidad está atravesada por las relaciones sociales dominantes (2). Pero sería injusto, a su vez, hacer ese repaso sin incluir las distintas épocas en las que la sexualidad gozó de mayores libertades,  alejada  de lo moral y lo normal que hoy nos acosa cotidianamente. Pero este artículo no se propone historizar la sexualidad. Sólo me propongo trazar algunos de los elementos de por qué y para qué se reglamenta la sexualidad y el control de los cuerpos en la época del capitalismo. Sosteniendo desde el comienzo que la historia de la sexualidad no es sólo la historia de su represión, sino que también es la historia de la lucha contra las normas represivas que intentaron y siguen intentando sofocarla.