lunes, 21 de julio de 2014

Una imagen y mil palabras



Impresionante.

Un hospital, el Alende de Lomas de Zamora, escenario de una valiosa secuencia.

Sus trabajadoras y trabajadores (enfermeros, médicos y de otras áreas) exigen que se reconozca oficialmente a la Junta Interna de ATE que ellos eligieron democráticamente.
A su vez se suman a la campaña obrera y popular de apoyo a los trabajadores de Lear que luchan contra los despidos y suspensiones consumados por la multinacional yanqui en "sociedad" con el SMATA y el gobierno.
Y en medio de la serie de fotos para difundir esta campaña, un paciente del hospital no sólo acepta salir en la foto sino que levanta su puño sumándose al reclamo.

Solidaridad de clase, decimos. Y conciencia de clase, además, pese a los mil y un tropiezos de la vida (o ataques del capitalismo).


(La foto fue tomada por el compañero Andrés Margot)

lunes, 14 de julio de 2014

Mascherano, Menosmessi, Menosagüero, Menoshiguaín...

Con Mascherano, pero con Menosmessi, Menosagüero, Menoshiguaín, Menospalacio...




Y bue... Con "humildad, trabajo y seriedad" también se puede regalar un campeonato...

La supuesta "mística" de la que tanto nos hablaron -y que para mí no existe- no alcanzó siquiera para hacerle un gol a esos alemanes que parecían haberse gastado todas las ganas de jugar en el partido contra Brasil.
Entre tantos nombres que suenan a cerveza, nos vacunó uno que se llama Mario.
Y un tano caradura no nos dio un penal que fue algo así como un atentado a la mandíbula del Pipita.



La dinámica de lo impensado, como dijo Panceri, sí. Pero tal vez pensando un poco mejor, algo más se hubiera hecho.

La mejor delantera del mundo hizo apenas dos goles más que Argelia y cuatro menos que Colombia, por ejemplo. Y eso no es adjudicable, discúlpenme, sólo a la dinámica de lo impensado.

¿Leña del árbol caído?... No, para nada. Dije que íbamos a ser campeones y casi acierto por muy poco. Lo que faltó fue, justamente, esa dinámica pensada y ensayada de querer ganar y golear.

Y sí, me defraudaron.

Felicitaciones a los muchachos.

Pero no es hora de negar la realidad...

lunes, 7 de julio de 2014

Cuerpo social, cuerpos sexuales

Si la crisis no es sólo política y económica,  sino una crisis de los modos de subjetivación, el estallido del orden ha de implotar la propia sujeción del sujeto que lo soporta y garante.
(Néstor Perlongher)




Por Rosa D'Alesio*

Represión, familia heterosexual

“No soy como vos. Esa empatía que clamás tener es una mentira, porque sos nada más que la policía moral de la sociedad, con el deber de borrar mi obscenidad de la superficie de la tierra para que la burguesía no se sienta enferma. Soy una ninfómana, amo mi concha y mi sucia, obscena, lujuria”.(1)

Si nos propusiéramos  hablar de la historia de la sexualidad deberíamos comenzar repasando la represión y la opresión a las que ésta fue sometida durante siglos. Así quedaría demostrado que no sólo bajo el capitalismo la sexualidad está atravesada por las relaciones sociales dominantes (2). Pero sería injusto, a su vez, hacer ese repaso sin incluir las distintas épocas en las que la sexualidad gozó de mayores libertades,  alejada  de lo moral y lo normal que hoy nos acosa cotidianamente. Pero este artículo no se propone historizar la sexualidad. Sólo me propongo trazar algunos de los elementos de por qué y para qué se reglamenta la sexualidad y el control de los cuerpos en la época del capitalismo. Sosteniendo desde el comienzo que la historia de la sexualidad no es sólo la historia de su represión, sino que también es la historia de la lucha contra las normas represivas que intentaron y siguen intentando sofocarla.