Mientras todos los reptiles estaban preocupados por los grafittis en los trenes de Randazzo, o por la avioneta tripulada por gerentes de grandes empresas caída en el Río de La Plata, o por la pelea de alcobas entre Maxi y Wanda; decenas de obreros que habían sido despedidos, de forma injusta y discriminatoria, por la multinacional autopartista española Gestamp que tiene su planta en Escobar (zona norte del Gran Buenos Aires), ingresaban a la planta y ocupaban las instalaciones en reclamo de que se respete sus elementales derechos. Nadie, hasta el momento, del gobierno nacional provincial, mostró la más mínima preocupación por cuidar los puestos de trabajo de estos operarios. Por el contrario, la Policía Bonaerense y la Gendarmería Nacional se convirtieron en los "mensajes" más claros del Estado que acude en defensa de esta multinacional y está dispuesto, al parecer, a escarmentar a sangre y fuego a los obreros que luchan con dignidad.
Pero estos trabajadores no están solos...
Por eso hay que brindarles todo el apoyo a estos trabajadores. Y a sus compañeras y mujeres que están poniéndose a la cabeza de la lucha en las puertas de la fábrica, iniciando una huelga de hambre por sus compañeros.
¡Todo el apoyo a la lucha de Gestamp!